Tal vez, algún día viva de escribir pensamientos nostálgicos. Alguien me cite, y recuerdes esa frase que ya habías escuchado antes, en un pasado que te habías jurado olvidar. Puede que, en las cosas arrumbadas dentro de tu cuarto, abras uno de esos cuadernos que conservaste con mis inicios de versos forzados, llenos de miel y constelaciones antropomorfas que, de alguna manera creía, eran regalos increíbles o valiosos, cuando lo más valioso que nos regalamos fue el tiempo de vida. Puede que este verso, de suerte, le llegue a un amigo en común por redes y te aparezca en la pantalla. Tal vez la ley del hielo se anule y puede que pases un poco de tiempo leyendo mis palabras. Es probable que no te guste y no digas nada, aunque siendo honestos, tal vez solo con verte conectada bastaba. - D I D I E R Fotografía: Ismael Reséndiz.